ECOagricultor el 9 marzo, 2013
ENHE calcula que se perderían 4.000 hectáreas de superficie agrícola sólo en la provincia de Araba
Representantes del sindicato agrario EHNE
han registrado en dependencias del Gobierno Vasco una petición de
prohibición del fracking en esta Comunidad Autónoma. Denuncian que esta
técnica extractiva de la mineria “provocaría unas afecciones irreversibles a la actividad agrícola y ganadera” y recuerdan los numerosos estudios científicos que la ponen en entredicho
El sindicato agrario EHNE ha solicitado al gobierno de Esukadi “que recapacite en su apuesta” por la técnica de extracción minera de fractura hidráulica, conocida popularmente como ′fracking′.
Los representantes de la organización baserritarra reclaman la
prohibición de la puesta en marcha de este tipo de instalaciones que,
denuncian, afectaría en la provincia de Álava a cerca de 4.000 hectáreas
de superficie agrícola.
EHNE destaca además el impacto de esta técnica extractiva sobre los recusos hídricos, “un bien de por si escaso y al que muchas fincas tienen difícil acceso“.
La OPA explica en su comunicado que a cada pozo se le inyecta del orden
de 10.000 metros cúbicos de agua, que se mezclan con 4.900 toneladas de
áridos y a los que se añaden 1.880 metros cúbicos de aditivos químicos,
“de los que se desconoce su composición“.
La polémica existente alrededor de esta técnica extractiva puesta en entredicho debido a su enorme impacto ambiental
es cada vez más visible para el conjunto de la ciudadanía, a pesar del
extremo oscurantismo impuesto desde hace décadas por los interesados, ya
sean gobiernos ávidos de impulso económico o bien las grandes ′mayors′
del sector de los hidrocarburos. Una absoluta falta de
transparencia planteada para que no sepamos un hecho fundamental, que en
este asunto hay un total abandono del más mínimo principio de caución:
Nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde llegan los límites de sus
efectos.
“la contaminación que genera pone en riesgo la calidad de los productos, alimentos, que se producen en esas zonas”
EHNE lamenta que, de confirmarse la
puesta en marcha de los procesos de extracción minera por medio de la
fractura hidráulica en Álava, además de suponer la industrialización
para las zonas rurales la contaminación que generaría “pone en riesgo la calidad de los productos, alimentos, que se producen en esas zonas“. Un proceso altamente contaminante cuyos efectos provocan “un
proceso irreversible con efectos negativos en el medio ambiente y para
la actividad del sector agropecuario, suponiendo su sacrificio”.
El pasado 26 de febrero, la Mesa del Parlamento Vasco rechazó dar trámite a una Iniciativa Legislativa Popular
que solicitaba la prohibición del fracking en Euskadi, argumentando la
existencia de una propuesta de modificación de la ley de conservación de
la naturaleza procedente de las Juntas Generales Alavesas en la que se
contempla la prohibición del fracking en espacios protegidos.
Una respuesta que los impulsores de esta ILP calificaron como “excusa”.,
ya que el objeto de la consulta popular, la regulación de la extracción
de hidrocarburos no convencionales y la técnica de fracturación
hidráulica o fracking para todo el territorio vasco, en absoluto
coincide con lo argumentado. “No es el mismo objeto ni de lejos”, lamentaba la plataforma Fracking Ez Araba.
¿Será esta la misma respuesta que
recibirá EHNE por parte del Gobierno Vasco? Es posible, pero lo casi
seguro es que ni usted ni yo lo veremos por televisión.
Recordar que la postura del partido que
ocupa el Gobierno vasco durante la última votación sobre fracking en el
Congreso de los Diputados fue la de abstenerse. El PNV se decantó por no
votar el pasado 23 de enero la propuesta de prohibir esta práctica en
toda España, presentada por el grupo de la Izquierda Plural y que fue
rechazada finalmente con los votos de PP, CIU y UPyD.
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