viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Quién gana con el desprestigio de los alimentos ecológicos?


Artículo de opinión - Publicado por la Fundación Triodos

12-09-2012 | Por Manuel González de Molina . El pasado 5 de septiembre el diario El País publicaba un artículo titulado "Si come orgánico, no crea que es más sano" , en el que se hacía eco de un metaanálisis realizado por investigadores de la Universidad de Stanford sobre dos centenares de trabajos publicados sobre alimentos ecológicos y convencionales. Las conclusiones, pese a reconocer la debilidad de la mayoría de los estudios revisados, son contundentes: no hay ventajas  significativas para la salud en la alimentación ecológica respecto a la convencional. Los alimentos ecológicos tienen una menor concentración de pesticidas, aunque los convencionales, al no rebasar los límites permitidos, son igualmente “saludables”.

“Hay que comer frutas y verduras, pero como se hayan cultivado importa menos”, se dice en el informe. No son infrecuentes este tipo de noticias, que toman como pretexto estudios científicos más o menos rigurosos, para propagar la idea de que da igual lo que se coma, que las ventajas de la producción ecológica, que suele ser más cara que la convencional, son inexistentes y que por tanto toda la producción agraria convencional es saludable, precisamente cuando existe evidencia abrumadora de lo contrario.
La alimentación convencional no puede calificarse de saludable, a menos que consideremos como tal la ingesta de pesticidas y otras sustancias químicas . Sus efectos, aún en cantidades inferiores a los LMR (límite máximo de residuos), han sido relacionados directamente con el cáncer y otras enfermedades degenerativas y muchas de esas sustancias prohibidas por la UE. Véanse por ejemplo los estudios de Nicolás Olea, por poner un ejemplo cercano, investigador de la Universidad de Granada (http://cts206.ugr.es/produccion-cientifica/ ). La incertidumbre sobre los efectos en la salud de la ingesta combinadas de varias de estas sustancias , presentes en los pesticidas y en los aditivos alimentarios, impide afirmar que las dosis autorizadas garanticen su inocuidad.

Precisamente lo que ofrece la agricultura ecológica es alimentos libres de contaminación , cualquiera que sea su origen (química, microbiana o transgénica), al prohibirse la utilización en su cultivo de fitosanitarios y aditivos químicos usados en la preparación, manipulación y conservación de los alimentos. El Reglamento 834/20007 y su antecesor, el 2092/1991 definen la producción ecológica como aquellas que no utiliza en la producción y transformación de alimentos productos químicos de síntesis. Por esa razón, los alimentos ecológicos están libres de sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud .

Independientemente del rigor científico del estudio de la Universidad de Stanford, cuya debilidad reconocen los propios autores y que por cierto descubre evidencias de sobre las virtudes de los alimentos ecológicos que no tienen los convencionales, existe una vasta literatura que demuestran las ventajas nutritivas de la alimentación ecológica . En la revista Agricultura Ecológica, que edita la SEAE (www.agroecologia.net), se han divulgado varios estudios de otros grupos de investigación de EEUU, Europa y de España que concluyen exactamente lo contrario. Casi ninguno de estos estudios parece haberse incluido en el metaanálisis del grupo de investigación de la Universidad de Standford.

En un estudio similar (Benbrook et al., 2008), que también revisa toda la literatura disponible, se llega a la conclusión de que los alimentos ecológicos de origen vegetal son, en promedio, más nutritivos que los convencionales . En ese trabajo se han revisado todos los estudios habidos hasta 2007 y se han considerado únicamente aquellos trabajos que permiten una comparación rigurosa con los convencionales. Con esta selección los autores han podido realizar una valoración comparativa de 11 nutrientes. En el 61% de los casos, los alimentos ecológicos fueron más nutritivos que los convencionales y en el 37% ocurrió lo contrario; en el 2 % restante no hubo diferencias. Los alimentos ecológicos tienen mayor riqueza en polifenoles y antioxidantes que los convencionales en un 75% de los casos. Se considera, en ese sentido, que un aumento del consumo de estos nutrientes es bueno, habida cuenta de que la ingesta media de estas sustancias está por debajo de la mitad de de los niveles recomendados. Los alimentos ecológicos tenían, además, cantidades superiores al 10% respecto de los convencionales en cinco nutrientes significativos . En la misma dirección van las evidencias recogidas por Raigón (2007) para el caso de España. Además, la agricultura ecológica está asociada en la actualidad a tipos de dietas más equilibradas, con una presencia mayor de los hidratos de carbono y menor de grasas,  más frutas y verduras y menos carnes y productos lácteos.

Entonces, ¿por qué se publican noticias tan parciales y en lugares tan destacados? ¿A quién beneficia “el desprestigio” de  los alimentos ecológicos? Hay muchos interesados en ello, pero la lógica señala a quienes más pierden con la expansión de la agricultura ecológica: las empresas de fitosanitarios y en general de insumos para la agricultura química, así como las empresas que venden semillas mejoradas y sobre todo híbridas, para cuyo cultivo se necesitan grandes cantidades de fertilizantes químicos y fitosanitarios. En la Memoria del II Plan Andaluz de Agricultura Ecológica (CAP, 2007) se recoge un cálculo realizado sobre la superficie inscrita a mediados de ese año, unas 600.000 ha (poco más de la mitad de la que existe hoy), de la cantidad de productos químicos que gracias a la conversión de esa superficie se había dejado de verter a los agroecosistemas de Andalucía. Los resultados son elocuentes: se dejaron de utilizar 134.259 t de fertilizantes químicos, de los cuales 84.709 t correspondían a fertilizantes nitrogenados, 4.362 t de plaguicidas químicos, 1.125 t de fungicidas, 1.039 t de herbicidas y 811 t de insecticidas.

Las empresas de semillas transgénicas también están interesadas. La agricultura ecológica, que no utiliza este tipo de material genético, representa una amenaza para su mercados potenciales, no sólo porque les hace perder clientes, sino porque obliga a los gobiernos a la imposición de garantías para evitar la contaminación cruzada con OMG y hace más difícil y poco rentable la siembra de transgénicos. El enfrentamiento con la producción ecológica es además directo, ya que ningún producto ecológico puede contener trazas de materias transgénico , de tal manera que allá donde progresa la producción ecológica retrocede la transgénica y viceversa. El caso del maíz ecológico en Aragón y Cataluña lo demuestra. Después de detectados varios casos de contaminación con OMG, prácticamente han desaparecido el cultivo de maíz ecológico.

Muchas de estas empresas están integradas tanto vertical como horizontalmente, constituyendo grandes empresas trasnacionales. Venden las semillas y el paquete completo de fertilizantes y fitosanitarios necesarios para cultivarlas. Nombres como Monsanto, Singenta, Bayer, BASF, etc.. son bien conocidos por sus tropelías en todo el planeta. Con un poder enorme, no sólo influyen en los medios de comunicación sino también en la propia ciencia, financiando costosos proyectos de investigación que orientan en un sentido favorable a sus intereses la innovación  agraria. No es de extrañar, pues, que haya científicos dispuestos a morir defendiendo la inocuidad de la producción convencional y desprestigiar la ecológica.

Pese a las campañas en contra, la agricultura ecológica - de la que Andalucía sigue, pese a todo, siendo líder - sigue siendo la base para una alimentación sana y nutritiva . Pero no solo eso. Por su desarrollo territorial, por los manejos agrarios que promociona, por su asociación con los mercados locales, con el consumo en fresco y en temporada, la hacen especialmente idónea para promover un sistema agroalimentario más sostenible y socialmente más justo.
Manuel González de Molina
Universidad Pablo de Olavide

Nota. Sobre esto último se puede profundizar en:

J. Infante y M. González de Molina (2010), “Agroecología y Decrecimiento. Una alternativa sostenible a la configuración del actual sistema agroalimentario español” Revista de Economía Crítica, Vol. 10, 113-137

M. González de Molina (2011), “La importancia de la agricultura ecológica para el medio ambiente y la salud” . Ambienta. (95), páginas 10-25. 

Referencias:

Benbrook, Ch.; Zhao, X.; Yáñez, J.; Davies, N.; Andrews, P. (2008), New Evidence Confirms the Nutritional Superiority of Plant-Based Organic Foods. State of Science Review: Nutritional Superiority of Organic Foods. The Organic Center. Boulder, Colorado, USA.
Consejería de Agricultura y Pesca (CAP) (2007), II Plan Andaluz de Agricultura Ecológica (2007-2013). Sevilla: Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
Raigón, D. (2007), Alimentos ecológicos, calidad y salud. Sevilla: Consejería de Agricultura y Pesca

martes, 11 de septiembre de 2012

El doble negocio de la desocupación

Los pobres desempleados e improductivos que viven de la ayuda del Estado en realidad no son un mal negocio para las grandes empresas. No sólo ayudan a mantener los sueldos deprimidos, según ya se sabía en el siglo XVIII, sino que, además, en nuestra civilización de las cosas son consumidores perfectos.
La ayuda que estos pobres desempleados reciben del Estado va destinada completamente al consumo de bienes básicos o de diversión y dis-track-tion, lo que significa que las megaempresas aún así continúan haciendo un gran negocio con el dinero de los contribuyentes.
Por supuesto, todo tiene su arte y su línea de naufragio.
Por otro lado, esta realidad sirve para una crítica o un discurso en principio aceptable y enquistado en la conciencia popular del mundo rico, producto del bombardeo mediático:
Mientras las grandes compañías producen (en varios sentidos de la palabra) y generan puestos de trabajo, los holgazanes se benefician de ellas a través del Estado.
Las grandes compañías son las vacas sagradas del progreso capitalista y el Estado con sus holgazanes son las lacras que impiden la aceleración de la economía nacional.
En primera instancia es verdad.
Este mecanismo no sólo mantiene una cultura de la pereza en las clases más bajas esperando esa ayuda del Estado (cuando existe un sistema de seguro social como en Estados Unidos) sino que además alimenta el odio de las clases trabajadoras que deben resignarse a seguir pagando sus impuestos para mantener a ese margen de desocupados que básicamente significan una carga y también una permanente amenaza de mayor criminalidad y más gastos en prisiones.
Lo cual también es cierto, ya que es más probable que un desocupado profesional se dedique a alguna actividad criminal que un trabajador activo.
Este odio de clases mantiene el status quo y, por ende, el dinero sigue fluctuando de la clase trabajadora a la clase ejecutiva, entre otros medios, vía holgazanes-desocupados.
Si esos desocupados estuviesen en el circuito de trabajo, probablemente consumirían menos y exigirían mejores salarios y educación.
Estarían mejor organizados, no tendrían tanto resentimiento por aquellos que se levantan temprano para ir a sus trabajos, serían menos víctimas de la demagogia de los políticos populistas y de las sectas empresariales que son, en definitiva, las dueñas del capital y, sobre todo, del know-how social, los know-why y los know-what son irrelevantes.
Para alguien que debe vender un mínimo anual de toneladas de azúcar a la industria de la alimentación, por decirlo de alguna forma, un trabajador nunca será una mejor opción que un desocupado mantenido por el Estado.
Para los empresarios de la salud, tampoco.
Algunos estudios recientes indican que el consumo de azúcar en las gaseosas es tan perjudicial para el hígado como el consumo de alcohol, ya que el hígado de cualquier forma debe metabolizar el azúcar (glucólisis), por lo cual tomar una soda, en última instancia y sin considerar las alteraciones de la conducta, es lo mismo que beber whisky (Nature, Dr. Robert Lustig, Univ. of California).
Una Coca-Cola ni siquiera tiene las ventaja que tiene el vino para la salud.
Sin embargo, en los últimos años la proporción de azúcar en las bebidas y la cantidad que consume cada individuo ha ido aumentando en el mundo entero, a pesar que nuestro organismo sólo tuvo tiempo de evolucionar para tolerar el azúcar de las frutas, una temporada al año.
Los especialistas consideran que ese aumento del consumo se debe a la presión política de las compañías que están involucradas en la comercialización del azúcar.
Como consecuencia, en Estados Unidos y en muchos otros países tenemos poblaciones cada vez más obesas y más enfermas, lo que de paso significa mayores ganancias para la industria de la salud y los laboratorios farmacéuticos.
Pero así funciona la lógica del capitalismo tardío, que es la lógica global hoy en día: si no hay consumo no hay producción y sin ésta no hay ganancias.
Sería mucho más saludable para los consumidores si los vendedores de alimentos a base de sabrosos shocks de sal-azúcar, asaltaran a cada consumidor antes de entrar a un supermercado.
Pero esto, como el incremento de impuestos, es políticamente incorrecto y demasiado fácil de visualizar por parte de los consumidores.
Siempre me llamó la atención el hecho universal de que los drogadictos roban y matan a personas honestas para comprar drogas y no roban ni asaltan a los mismos vendedores de drogas, lo cual sería un camino más directo e inmediato para una persona desesperada.
Pero la respuesta es obvia: siempre es más fácil asaltar a un trabajador honesto que a un delincuente que conoce el rubro.
Por lo general, esto último es casi imposible, al menos para un consumidor común.
El objetivo primario de cualquier empresa son las ganancias y todo lo demás son discursos que intentan legitimar algo que no puede ser cambiado dentro de la lógica puramente capitalista.
Cuando esta lógica funciona sin trabas, se llama progreso.
Las compañías progresan y como consecuencia progresan los individuos, hacia la destrucción propia y ajena.
Recientemente la ciudad de Nueva York prohibió la venta de las botellas gigantes de soda alegando que estimulaban el excesivo consumo de azúcar.
Este tipo de medidas nunca sería tomada, ni siquiera propuesta, por una empresa privada cuyo objetivo es vender, al menos que venda agua mineral.
Pero en este caso la prohibición explícita de una empresa sobre otra iría contra las leyes del mercado, razón por la cual esta lucha normalmente se produce según las leyes de Darwin, donde los más fuertes devoran a los más débiles.
Estos límites a la “mano invisible del mercado” sólo pueden establecerlos los gobiernos.
Lo mismo ocurrió con la lucha contra el tabaquismo.
Los gobiernos suelen estar infestados, inoculados por los lobbies de las grandes corporaciones y suelen responder a sus intereses, pero no son monolitos y cada tanto recuerdan su razón de ser, según los preceptos modernos.
Entonces se acuerdan de que existen para la población, y no al revés, y actúan en consecuencia reemplazando las ganancias por la salud colectiva.
Las libertades no han progresado por las corporaciones empresariales y financieras sino a pesar de estas.
Han progresado a lo largo de la historia por aquellos que se han opuesto a los poderes hegemónicos o dominantes del momento.
Siglos atrás esos poderes eran las iglesias o los Estados totalitarios, como los antiguos reyes y sus aristocracias, como en la Unión Soviética y sus satélites.
Desde hace varios siglos hasta hoy, cada vez más, esos poderes radican en las corporaciones que son las que poseen el poder en forma de capitales.
Cualquier verdad que salga de los grandes medios estará controlada de forma directa o de forma sutil –por ejemplo, a través de la autocensura- por estas grandes firmas, que son las que mantienen los medios a través de los anuncios publicitaros.
Los medios ya no sobreviven, como en el siglo XIX y gran parte del siglo XX, de la venta de ejemplares.
Es decir, los grandes medios cada vez dependen menos y, por lo tanto, cada vez se deben menos a la clase media y trabajadora.
La Era digital podrá un día revertir este proceso, pero por el momento los individuos aislados se limitan a reproducir noticias y narrativas sociales prefabricadas por los grandes medios que básicamente viven de los anuncios publicitarios de las grandes empresas y corporaciones.
Es decir, los superyós sociales.
El control es indirecto, sutil e implacable.
Cualquier cosa que vaya contra los intereses de los anunciantes significará la retirada de capitales y, por ende, la decadencia y el fin de esos medios, que dejarán lugar a otros para cumplir su rol de marionetas.
Con algunas excepciones, ni los pobres ni los trabajadores pueden hacer lobbies en los parlamentos.
En tiempos de elecciones, son los las corporaciones quienes pondrán miles de millones para elegir un candidato o el otro.
Ninguno de los candidatos cuestionará la realidad básica que sostiene la existencia de esta lógica pero cualquiera de ellos que sea elegido y luego electo -o viceversa- estará hipotecado en sus promesas cuando asuma el poder y deberá responder en consecuencia: ninguna empresa, ningún lobby pone millones de dólares en algún lugar sin considerar eso como una inversión.
Si lo ponen para combatir el hambre en África será una inversión moral, “lo que les sobra”, como dijera Jesús refiriéndose a las limosnas de los ricos.
Si lo ponen en un candidato presidencial será, obviamente, una inversión de otro tipo.
El poder desproporcionado de estas corporaciones, muchas secretas o discretas son el peor atentado contra la democracia en el mundo. Pero pocos podrán decirlo sin ser etiquetados de idiotas.
O aparecerán en algunos grandes medios voceros del establishment, porque cualquier medio que se precie de democrático deberá pagar un impuesto a su hegemonía permitiendo que se filtren algunas opiniones verdaderamente críticas.
Estas, claro, son excepciones, y entrarán en conflicto con un público acostumbrado al sermón diario que sostiene el punto de vista contrario.
Es decir, serán entendidas como productos infantiles de aquellos que no saben “cómo funciona el mundo” y defienden a los holgazanes desocupados que viven del Estado, mientras éste vive de y castiga a las grandes empresas más exitosas.
Sobre todo en tiempos de crisis, el Estado las castiga con rebajas de impuestos, préstamos sin plazo y rescates sin límites.
Desde la última gran crisis económica de 2008 en Estados Unidos, por ejemplo, las grandes empresas y corporaciones no han parado de aumentar sus ganancias mientras la reducción del empleo ha sido débil y un caballito de batalla para la oposición al gobierno.
Los economistas más consultados por los grandes medios llaman a esto “aumento de la productividad”.
Es decir, con menos trabajadores se obtienen mayores beneficios.
Los trabajadores que sobran como consecuencia del aumento de productividad son derivados a la esfera del maldito Estado que debe asegurar que -aunque desmoralizados o por eso mismo- sigan consumiendo con el dinero de la clase media para aumentar aún más las ganancias de los mercaderes de las elites dominantes que, sin pagar esos salarios pero sin dejar de venderles las mismas baratijas y las mismas sodas azucaradas y las mismas chips saladas, verán aumentadas aún más la efectividad, la productividad y las ganancias de sus admirablemente exitosas empresas.
Nosotros podemos llamar a todo este mecanismo perverso “el doble negocio de la desocupación” o “los milagros de las crisis financieras”. www.ecoportal.net
Jorge Majfud, Jacksonville University

El reino de España sangra a su población para salvar sus bancos privados

El anuncio del gobierno de Rajoy el pasado 9 de junio de 2012 de un plan de rescate,- que antes había rechazado-, de hasta 100.000 millones de euros (entorno al 10% del PIB), destinado a sanear el conjunto del sector financiero español, puso a los mercados y las instituciones financieras internacionales bajo tensión. Las reuniones del eurogrupo, del G-20 o las videoconferencias, se suceden desde Roma, Washington, París o Bruselas sin lograr calmar el furor de los especuladores, embravecidos en el mercado de deuda. Durante ese tiempo, la ciudadanía sufre nuevas medidas antisociales, hundiéndola en una precariedad cada vez más extrema.
Bankia, caso emblemático de la crisis bancaria española
El rescate de BFA-Bankia, via nacionalización de sus pérdidas y activos tóxicos, seguido de una demanda histórica de ayuda publica de 19.000 millones de euros (23.500 millones en total con las ayudas ya recibidas), ha precipitado a España en una histeria política, cuyo pulso es batido por la tensión financiera de los plazos que marcan los acreedores. El anuncio del gobierno de Rajoy el pasado 9 de junio de 2012 de un plan de rescate,- que antes había rechazado-, de hasta 100.000 millones de euros (entorno al 10% del PIB), destinado a sanear el conjunto del sector financiero español, puso a los mercados y las instituciones financieras internacionales bajo tensión. Las reuniones del eurogrupo, del G-20 o las videoconferencias, se suceden desde Roma, Washington, París o Bruselas sin lograr calmar el furor de los especuladores, embravecidos en el mercado de deuda. Durante ese tiempo, la ciudadanía sufre nuevas medidas antisociales, hundiéndola en una precariedad cada vez más extrema.
En el meollo de esta crisis está BFA-Bankia, cuarto banco del país en términos de capitalización bursátil, con 10 millones de clientes y alrededor de 380.000 accionistas. Bankia representa el 10% del sistema financiero español. Sin duda es el banco más expuesto a los créditos inmobiliarios de alto riesgo, por lo que está considerado como un banco “sistémico”: su quiebra podría arrastrar al conjunto del sector bancario y seguidamente, a toda la economía del país. Bankia, o más exactamente BFA-Bankia, nació a finales de 2010 y es el fruto de un inteligente conglomerado que permite aislar los activos inmobiliarios problemáticos de las siete cajas de ahorros reagrupadas en el seno de su matriz BFA (Banco Financiero y de Ahorros). Ésta, ayudada por el Estado, opera como el “banco malo” de Bankia. El Estado avala la montaña de activos inmobiliarios dudosos reunidos en BFA mientras que su filial Bankia, desembarazada de tan pesada carga, intenta atraer capital de pequeños inversores para su salida a bolsa. El objetivo está claro: transferir los riesgos resultantes de la burbuja inmobiliaria, del sector privado al público. Contribuyentes, clientela perjudicada y pequeño accionariado en riesgo a causa de las recomendaciones irresponsables de la banca, quedarán directamente afectados; pero aún más ampliamente, la población española en su conjunto sufrirá de nuevo el lastre de una deuda privada devenida pública. Se trata de nuevo de una excelente oportunidad para los banqueros,-responsables de inversiones de alto riesgo que han desembocado en pérdidas astronómicas-, de salvar sus apuestas indecentes.
Los sucesivos gobiernos de Zapatero (PSOE, izquierda liberal) y de Rajoy (PP, derecha liberal creada por el franquista Manuel Fraga), escogen socorrerles desembarazándoles del riesgo insostenible derivado de la burbuja inmobiliaria e inyectando dinero cargado directamente a los presupuestos del Estado, en detrimento de sectores vitales como la protección social, la educación, la sanidad o aún la lucha contra los incendios. Dado que el Estado se endeuda para sanear la banca, los recortes presupuestarios que afectan al estado del bienestar son decretados ineludibles para lograr reducir el déficit ocasionado. He aquí la trampa que queremos denunciar. BFA-Bankia, que ha sido criticada además por contar entre sus directivos |1| con antiguos miembros activos del Partido Popular, sobre todo de la antigua Caja Madrid,- actualmente integrada en BFA-, representa un caso de escuela que mezcla políticos y banqueros al servicio de las finanzas.
BFA, el “banco malo” de Bankia
A raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria, la reestructuración del sector bancario ha provocado que el número de cajas de ahorro pase de 45 a una quincena desde principios de 2011. En consecuencia, además de los cierres de sucursales y los consiguientes despidos, el capital ha quedado concentrado en las manos de enormes entidades consideradas “too big to fail” (“demasiado grandes para caer”). Sólo dos pequeñas cajas escapan a la fusión: Caixa Ontinyent y Caixa Pollença.
BFA (Banco Financiero y de Ahorros) nace el 3 de diciembre de 2010 y comienza a operar en enero de 2011. Esta nueva entidad es el fruto de la fusión de siete cajas de ahorro regionales, minadas por una burbuja inmobiliaria que no acaba de desvelar la profundidad de la crisis: se trata de Caja Madrid y Bancaja que detentan la mayoría del accionariado (52,06% y 37,70% respectivamente), a las que se incorporan Caja de Canarias (2,45%), Caja de Ávila (2,33%), Caixa Laietana (2,11%), Caja Segovia (2,01%) y Caja Rioja (1,34%). Más allá del Banco de España y los altos responsables de Bankia, el gobierno socio-liberal de Zapatero tiene la responsabilidad de haber autorizado y alentado tal fusión. A final de 2010, el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) |2|, el fondo público de ayuda al sector, otorga un préstamo de 4.465 millones de euros a BFA, la matriz de Bankia, y abre así la vía a la nacionalización de la banca. Esta operación tenía como objetivo sanear las cuentas de las cajas de ahorros reagrupadas en el seno de la nueva entidad. Pero ello se revelará insuficiente.
Señalemos además que BFA posee participaciones en Concesiones Aeroportuarias (7,86%), Deoleo (9,63%), Desarrollos de Palma (10,38%), Ejido Desarrollos Urbanos (7,34%) Grupo Inmobiliario Ferrocarril (10,17%), Haciendas Marqués de la Concordia (8,47%), IAG (12%) Mercavalor, Sociedad de Valores y Bolsa (10,48%), NH Hoteles (9,22%), Numzaan (7,41%), Mapfre (15%) e Iberdrola (5,27%). |3|
La exposición de los acreedores, principalmente en el sector bancario español, acumulaba a fines de 2011, según declaraciónes del Banco de España, entre 176.000 y 184.000 millones de euros de activos inmobiliarios problemáticos. BFA, que a juzgar por sus propias cuentas, es la más expuesta al sector inmobiliario, a la altura de 37.500 millones de euros a finales de 2011, de los que 31.798 millones son activos inmobiliarios problemáticos (créditos con riesgo de no ser reembolsados), cierra su primer año de ejercicio con las mayores pérdidas de la historia de la banca española. Tras haber declarado beneficios de 309 millones de euros en 2011 bajo la gestión de Rodrigo Rato, BFA anuncia un saldo negativo de 439 millones, antes de reconocer finalmente,-ya tras la marcha del ex dirigente del FMI-, haber acumulado 3.318 millones de euros en pérdidas durante 2011. Si añadimos las pérdidas ocasionadas por la depreciación de los títulos en bolsa, esta suma sobrepasaría los 7.263 millones de euros. |4| El shock es tanto más importante cuanto que Zapatero y el Banco de España habían incitado vivamente a numerosas empresas del IBEX 35 a comprar sus acciones, con una inversión próxima a los 3.000 millones de euros. |5|
Esta gestión desastrosa del banco, no impidió a su presidente director, Rodrigo Rato, embolsarse 2,34 millones de euros de salario fijo, ni a Francisco Verdú, su consejero delegado, de ser remunerado con 1,57 millones en 2011. |6| (Por haber llegado durante el año, no percibe la totalidad de su retribución anual de 2,26 millones). Jose Luis Olivas, vicepresidente de Bankia antes de dimitir y aún hoy presidente de Bancaja, ha recibido 1,62 millones de euros en 2011. Finalmente, José Manuel Fernández Noriella, que reemplazó a Olivas, ha cobrado 725.000 euros ese mismo año 2011. Esto no son más que remuneraciones fijas, en las que no se incluyen por tanto las posibles remuneraciones variables o aquellas percibidas como administradores de otras empresas.
Por tanto, se distribuyeron sumas colosales antes de que la banca solicitara fondos públicos para ponerse a flote. En febrero de 2012, una nueva ley |7| limita a 600.000 euros de remuneración fija los salarios de los directivos de entidades que hayan recibido dinero del Estado. Una medida insuficiente y muy tardía si consideramos que los miembros del consejo de administración de BFA, que recibió 4.465 millones de ayudas públicas a través del FROB, se repartieron entre enero y noviembre de 2011, más de 9 millones de euros. |8| Es necesario privatizar las pérdidas urgentemente, haciendo pagar a los responsables que tanto se aprovecharon y no socializarlas como hace el gobierno; es más que hora de poner el sector bancario bajo control público sin que por ello el Estado deba asumir el coste de la operación. Son los grandes accionistas quienes deben asumir los gastos y los directivos deben ser perseguidos por la justicia a fin de determinar sus responsabilidades en la debacle.
Rodrigo Rato se provee de un paracaídas dorado antes del crash de Bankia
Bankia sale a bolsa el 20 de julio de 2011. Rodrigo Rato, exministro de economía y vicepresidente económico de Jose María Aznar cuando se producía el crecimiento de la burbuja inmobiliaria, antiguo director del FMI y presidente de Bankia, toca la campana con orgullo a la apertura de la Bolsa ese día. La acción vale 3,75 euros y todo va bien en el mundo de las finanzas desregularizadas que goza de un nuevo producto sobre el que apostar. El 7 de mayo de 2012, la acción se cambia a 2,37 euros (o sea un hundimiento del 37% en diez meses) y, como en el FMI en 2007, Rodrigo Rato presenta su dimisión antes de finalizar su mandato. Será reemplazado dos días después (el 9 de mayo) por José Ignacio Goirigolzarri con el consejo del propio Rato, que lo señala como “la mejor persona en este momento para dirigir este proyecto”. Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresionales) y consejero de Bankia, afirmaba a su vez que “el trabajo de Rato ha sido ejemplar”. |9|
El escándalo Goirigolzarri
Antes de retomar el control de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri ha ocupado, entre otros, el puesto de vicepresidente de Repsol (abril 2002-abril 2003) y Telefónica (abril 2000-abril 2003) ocupando asiento en el consejo de administración hasta 2003, prosiguiendo su larga carrera de 30 años en el seno del segundo banco español, BBVA, donde percibía cerca de 4,6 millones de euros al año (salario fijo y remuneración variable). Ha sido también consejero de BBVA-Bancomer (México), Citi Bank (China) y de CIFH (Hong Kong) durante este periodo. En septiembre de 2009, en pleno debate internacional sobre la limitación de salarios y bonus, deja su puesto en el BBVA con una jubilación anticipada cercana a los 3 millones de euros brutos al año. Mientras la crisis se extendía violentamente por Europa, ¡cobra de golpe 68,7 millones de euros! |10| A pesar del escándalo ocasionado, nada cambia en el seno de la banca: dos años después, en 2011, Francisco González, presidente de BBVA y Ángel Cano, consejero delegado, perciben una remuneración total de 4,9 millones de euros y 3,6 millones respectivamente. Ese año, el comité de dirección recibió en total 9,35 millones de euros de remuneración fija y 14,2 millones de remuneración variable. |11|
Nacionalización del banco malo
Nada más llegar a Bankia, Goirigolzarri propone la toma de control de BFA por el estado. El gobierno responde rápidamente que aportará el capital necesario para el saneamiento y controlará así el 100% de BFA. El Estado se convierte el accionista mayoritario de esta entidad, que detentaba entonces más del 45% de participación en Bankia y desde el mismo momento entra en el capital de las sociedades de las que BFA es también accionista.
Así, algunos días después de la dimisión de Rodrigo rato, el FROB decide transformar los 4.400 millones de euros inyectados a finales de 2010 bajo la forma de participaciones preferentes convertibles a 5 años en simples acciones. En efecto, como nos explica Mikel Barba: “Estas participaciones están sujetas al pago de intereses y deben ser recompradas por la entidad en un período de cinco años. En caso de que la entidad no pueda devolver el dinero aportado en cinco años, las participaciones se convierten en capital con lo cual el Estado pasa a ser propietario de una parte -o de la totalidad- de la sociedad. (…) El FROB reconoce que no va a recuperar en un plazo de cinco años el dinero que colocó en las preferentes de BFA, por lo que decide convertirlas en capital. Pasa de ser un acreedor de la empresa a ser el propietario.” |12|
El 25 de mayo, después de que la agencia de calificación Standard & Poor´s anunciara la degradación de la nota de Bankia y otros cuatro bancos españoles a rango de inversión especulativa, la cotización de los títulos de Bankia fue suspendida mientras su consejo de administración trata de determinar el montante de la nueva ayuda requerida. BFA-Bankia, que había recibido ya 4.400 millones de euros en dinero público del FROB, solicita finalmente 19.000 millones de euros suplementarios al Estado. Ello marca de hecho, la más grande operación de salvamento del sector financiero de la historia española. La nacionalización de la banca al borde de la quiebra viene así a sumarse a la larga lista de aquellas ya realizadas desde el inicio de la crisis, tanto en España (Catalunya Caixa, NovaGalicia Caixa, Banco de Valencia, sin contar las otras entidades que habían percibido inyecciones de dinero, como Caja Castilla la Mancha, Cajasur, o la CAM), como en el extranjero. A título de ejemplo, la banca franco-belga-luxemburguesa Dexia ha sido rescatada de la quiebra en dos ocasiones y la operación ha costado 18.000 millones de euros a los contribuyentes. |13|
Mariano Rajoy ha asegurado que el salvamento de Bankia no tendría ningún impacto sobre el déficit público del país, que se había comprometido a reducir del 8,9% al 5,3% del PIB este año 2012. |14| Sin embargo nada es menos seguro que esto y durante los primeros cinco meses del año 2012 (de enero a mayo), el déficit del Estado ha alcanzado ya el 3,4%, con un aumento del 30,6% en relación al mismo periodo del año anterior.
Durante ese tiempo, prosigue el hundimiento de los títulos de Bankia. El 20 de junio de 2012, la cotización alcanza los 80 céntimos de euro, o sea una pérdida de 80% desde su salida a bolsa. Igualmente, el anuncio del eurogrupo el 9 de junio de 2012 de una inyección que podría alcanzar los 100.000 millones de euros,- muy por encima de los 37.000 millones estimados necesarios por el FMI |15| y de los 62.000 millones de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger-, no ha beneficiado a Bankia, que es la única entidad financiera del Ibex 35 que ha registrado una caída de su capitalización bursátil desde esta fecha hasta el 30 de junio. Los títulos han perdido 9,80% durante este corto periodo, mientras los demás bancos registraban ganancias tras la euforia provocada por el anuncio del rescate. |16| El 17 de julio, los títulos caían a 0,59 euros, su mínimo, antes de remontar en agosto ante la proximidad de una inyección inminente de capital europeo, del que Bankia sería el primer beneficiario. La salida a bolsa es un fiasco soportado por los pequeños inversores que ven sus depósitos reducidos a nada, mientras los grandes inversores, bien informados, huían de la debacle.
En un texto escrito en 2010 |17|, David Hall afirmaba que la crisis financiera y económica es el resultado de préstamos insostenibles y de la creación de formas complejas de deuda por los bancos. Desde la quiebra en septiembre de 2008 de Lehman Brothers, los Estados Unidos y otros gobiernos decidieron, tras decenios de privatizaciones, salvar los bancos nacionalizándolos o inyectando capital para recuperar su solvencia. No nos engañemos, el Estado queda en general, fuera de la gestión, que se mantiene en manos de banqueros. No se trata de una debilidad del capitalismo, sino al contrario de una maniobra para reforzarlo socializando las pérdidas, antes de volver a privatizar el establecimiento, viable de nuevo gracias al saneamiento. El FMI describe esto como “una transferencia de riesgo sin precedentes del sector privado al público.” |18| Ecoportal.net
Traducción: Mireya Royo.

Notas

|1| Ver la lista detallada: http://www.diarioelaguijon.com/...
|2| La constitución del FROB, aprobada por el Parlamento el 8 de junio de 2009 y desarrollada por el Real Decreto de 26 de junio del mismo año (RD 9/2009), trata de socorrer a los bancos debilitados por su exposición al sector inmobiliario y en crisis desde el estallido de la burbuja en 2008. El fondo público de ayuda al sector financiero (FROB) controla hoy día NovaGalicia, CatlunyaCaixa, Banco de Valencia y Bankia. Su capital de 9.000 millones de euros, proveniente de los presupuestos del Estado se agota a finales de 2011, y de ahí el interés suscitado por el rescate europeo en cuanto a la amplitud de las sumas necesarias
|3| http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/09/economia/1336577121.html
|4| http://www.elconfidencial.com/... y Reuters, 29 mayo 2012, http://fr.reuters.com/article/businessNews/idFRPAE84S02120120529
|5| “Bankia y el fiasco de la política”, El País, 1 julio 2012.
|6| El País, 7 mayo 2012, http://economia.elpais.com/economia/2012/05/07/actualidad/1336412114_356055.html
|7| Real Decreto-ley 2/2012, de 3 de febrero, de saneamiento del sector financiero. Titulo IV, http://www.boe.es/boe/dias/2012/02/04/pdfs/BOE-A-2012-1674.pdf
|8| http://www.elconfidencial.com/...
|9| « el trabajo de Rodrigo Rato ha sido ejemplar » en « La situación de Bankia no es tan desesperada », ABC Punto Radio, 08/05/2012, http://www.abc.es/20120507/economia/abci-bankia-situacion-desesperada-201205072233.html
|10| “Goirigolzarri, el ejecutivo de la pensión millonaria en el BBVA”, El País, 7 mayo 2012, http://economia.elpais.com/economia/... ; http://elpais.com/diario/...
|11| http://economia.elpais.com/economia/2012/02/10/actualidad/1328863666_274271.html
|12| Ver Mikel Barba, El caso Bankia o las cinco maniobras de una gran estafa, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=149845
|13| El CADTM Bélgica y ATTAC introdujeron el 23 de diciembre de 2011 un recurso ante el Consejo de Estado belga para anular el Real Decreto del 18 de octubre 2011 que otorga una garantía de Estado de 54.450 millones de euros a determinados préstamos de Dexia que supone el equivalente al 15% del PIB (Producto Interior Bruto) de Bélgica. Ver http://cadtm.org/Resume-du-recours-Dexia-intente
|14| Esto antes que Bruselas, viendo irrealizable el objetivo, acordara un año de retraso, llevando a 2014 en lugar de 2013 el objetivo de déficit por debajo del 3%. Reuters, 7 julio 2012.
|15| « Le FMI appelle à un filet de sécurité crédible pour les banques espagnoles » Les Echos 9 de junio 2012-
|16| “Todas las entidades financieras que cotizan en el Ibex 35, salvo Bankia, han registrado importantes ganancias en Bolsa desde que el pasado 9 de junio el Eurogrupo brindó a España hasta 100.000 millones para sanear el sector. (…) Bankia ha sido la única entidad que cotiza en el Ibex 35 que ha registrado pérdidas en este periodo, al caer un 9,80%.” Bankia, incapaz de sumarse a la euforia del rescate financiero, 30 junio de 2012, http://www.intereconomia.com/...
|17| Why we need public spending, David Hall, PSIRU, University of Greenwich, p.11, octubre de 2010.
|18| Ibidem y FMI, Global Financial Stability Report, julio de 2009, http://www.imf.org/external/pubs/ft...

Acaparamiento de tierras. Un lado oscuro de la inversión extranjera

La esclavitud no se regula. Se declara ilegal. De la misma manera, cualquier enfoque serio para luchar contra el hambre y la pobreza requiere garantizarle a los pueblos el control sobre sus tierras y territorios, no directrices y reglas sobre qué puedan hacer las corporaciones y los inversionistas extranjeros para trabajar para sí mismos. Lo que necesitamos no es inversión responsable en tierras agrícolas, sino restitución.
La actual ola de acaparamiento de tierras que afecta a muchas áreas del mundo es ampliamente reconocida como una realidad incuestionable y una amenaza importante. Hay pruebas documentadas de la existencia de cientos de acuerdos comerciales realizados en los últimos años, en diversos sectores, desde el forestal y minero hasta el aceite de palma y la producción porcina. Los cálculos publicados acerca de cuánta tierra implican, van de 80 millones de hectáreas hasta la impresionante cifra de 227 millones. Y los relatos acerca de despojos, violencia, muerte y asaltos étnicos asociados con estos arreglos comerciales han estado creciendo en forma sostenida. Sin embargo, la principal discusión política de quienes están en el poder no es cómo detener el acaparamiento de tierras sino cómo hacerlo funcionar.
Las agencias internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Banco Mundial o la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), están realmente preocupadas por las consecuencias negativas de lo que prefieren llamar adquisiciones de tierras a gran escala. Pero el papel que se asignan a sí mismas es el de aprovechar este dinero en nombre del añejo dogma del desarrollo —la creencia de que la inversión extranjera conduce al crecimiento económico que necesariamente derramará para todos. Sus esfuerzos se centran en crear reglas voluntarias que los gobiernos o las compañías pueden usar para disciplinar y encaminar las adquisiciones de tierra.
No vemos que los presidentes Sirleaf de Liberia, Omar al-Bashir de Sudán, Cristina Fernández de Argentina o Viktor Yanukovych de Ucrania estén pidiendo ayuda a gritos a la comunidad internacional para que los ayuden a detener el acaparamiento de tierras. Al contrario, la mayoría de los gobiernos quieren los contratos, los están firmando, y a menudo reprimen a las comunidades que se alzan y resisten la expulsión, o a quienes se quejan públicamente de los bajos salarios o de perder las tierras de pastoreo para su ganado. Es en pocos países que los legisladores, las cortes o los funcionarios administrativos y los partidos políticos estén tratando de establecer algunos límites básicos a la adquisición de tierras agrícolas ante el creciente interés de los inversionistas extranjeros.(1)
Mientras tanto, inversionistas del sector privado, como los fondos de pensión y los grupos de capitales privados, llevan la delantera y están organizando sus propios estándares para la adquisición de tierras agrícolas. Quieren protegerse de las críticas ofreciendo guías para que haya prácticas "responsables" en las inversiones de tierras agrícolas. Tales instrumentos de inversión responsable, sean códigos, principios o guías, están muy centrados en la protección monetaria de las inversiones. Están diseñados de modo semejante a las pólizas de seguros para brindar ciertas garantías de que se logrará algún monto de dividendos financieros. Esto puede ser muy importante para los inversionistas institucionales, como los fondos de pensión, que tienen una obligación fiduciaria que desempeñar.
Es claro que en los círculos del poder hay el impulso de aceptar el acaparamiento de tierras y convertirlo en algo más aceptable mediante reglas, regulaciones, marcos políticos o lineamientos, a pesar de que las organizaciones, los movimientos campesinos y los pueblos indígenas de las áreas afectadas exijan ponerle fin al acaparamiento de la tierra.
Algo en qué pensar
El qué hacer con el acaparamiento de tierras ha llevado a las autoridades públicas y a los líderes empresariales a un conveniente callejón sin salida. Por un lado, hay gobiernos y agencias internacionales tratando de establecer estándares para la inversión en tierras acordados de manera global y que serán voluntarios. Por otro lado, el sector corporativo está estableciendo sus propios estándares para las inversiones en tierras, que también son voluntarios, pero parecen responder a las necesidades internas de las corporaciones. ¿Se puede disciplinar el acaparamiento de tierras con estas iniciativas? Casi que nada, lo único que se logra es mantener el status quo. Es de suponerse que éste es el objetivo de los que están involucrados.
Gran parte de la urgencia por regular estos negocios se reduce a palabras, específicamente con el intento de diferenciar "acaparamientos de tierra" de "inversión", y así establecer no sólo la legalidad de estos negocios agrarios a gran escala, sino también su legitimidad. "Una gran cantidad de nuestros signatarios no entiende cuando se habla acerca de acaparamiento de tierra", nos indicó un representante de los PRI de Naciones Unidas. (1) Para los inversionistas, puede no haber acaparamiento de tierras si las leyes son respetadas y se firman contratos. Lo que ellos no ven es que el término se refiere a un problema político, relacionado con los intereses, los derechos, las posiciones o puntos de vista de las personas y pueblos que son ignorados, sin importar cuán legal o informado pueda parecer el proceso de negociación o acuerdo final. Por ejemplo, una compañía puede darse la molestia de consultar al jefe de un poblado o al líder de la comunidad, pero ese jefe puede no representar el interés de las mujeres o niños en dicha comunidad.
También hay una injusticia temporal inherente. Mucho de estos negocios de tierras fueron firmados por un periodo de tiempo muy largo (entre 30 y 99 años), cambiando el destino de los miembros de las comunidades por hasta tres generaciones futuras. Cualquier transacción que comprometa grandes áreas de tierras rurales para las actividades de otros, es quitarle esa tierra a mucha gente e impedir muchos de sus posibles usos. Por eso son, para todas las intenciones y propósitos, acaparamientos de tierra.
Más aún, aunque el sector privado intenta distinguir los negocios realizados abiertamente (que quisieran que les fueran reconocidos como inversiones de "buena fe") de otros menos respetables (los cuales pueden continuar llevando el estigma de "acaparamiento de tierra"), muchos de estos negocios de tierras no son inversiones y no merecen la etiqueta de "inversión", sin importar cuán aceptable o responsable o de buena fe. Muy a menudo los negocios son especulativos; las tierras no son acondicionadas o puestas en producción, sino que simplemente se venden después de varios años. (2) Otros contratos se hacen con el propósito de obtener rentas. (3) El objetivo en estos casos es sacar renta financiera, no desarrollar las capacidades productivas de la tierra ni generar riqueza en la comunidad, lo cual implica una serie de costos adicionales. Si el modelo de negocios es maximizar las ganancias, entonces se deduce que los costos —incluidos los salarios, los derechos a la tierra y al agua etcétera— serán presionados a la baja tanto como sea posible. Esto no es inversión en ningún sentido socialmente positivo.
Pseudo inversión
Dando cuenta sobre la situación en Indonesia, John McCarthy de la Universidad Nacional de Australia describe de esta forma lo que está ocurriendo: "En muchos casos, a pesar de las disposiciones legales, la tierra es adquirida sin la intención de usarla para los propósitos descritos en la licencia de desarrollo. Muchas son 'adquisiciones virtuales', que permiten al inversionista conseguir subsidios, obtener préstamos bancarios usando las licencias por la tierra como garantía, extraer madera o especular sobre futuros aumentos en el valor de la tierra sin desarrollarla. Por ejemplo, agencias estatales han estado concediendo licencias para plantaciones de palma aceitera por sobre 26 millones de hectáreas de tierra. Sin embargo, las 33 grandes corporaciones de palma aceitera de Indonesia sólo tienen planificado plantar alrededor de 300 mil-400 mil hectáreas adicionales de palma aceitera cada año." (4)
El problema más importante de los esfuerzos por definir reglas para la inversión responsable en tierras agrícolas, es que las reglas están siempre haciendo que el proyecto funcione para el inversionista. Las comunidades locales, los suelos, las cuencas, los mercados de trabajo local e incluso la situación de seguridad alimentaria para el país anfitrión, se manejan como factores de riesgo que necesitan ser mitigados. El objetivo es manejar los costos, incluyendo aquellos relacionados con los riesgos de reputación, para asegurar una ganancia aceptable. Las reglas para la inversión responsable en tierras agrícolas son, por lo tanto, para el inversionista. El preocuparse de las consecuencias para los habitantes locales se convierte en otro costo de hacer negocios, pero también en una fuente adicional de ganancias.
La credibilidad de la "inversión socialmente responsable" en tierras agrícolas en el mundo es extremadamente frágil, en el mejor de los casos. Los que trabajan por ella parecen vivir en su propio mundo autorreferente y pueden no tener un impacto real, lo que no es sorprendente. Otros sectores, donde esto se ha intentado —el algodón sustentable, la soja sustentable, el aceite de palma responsable, la madera responsable, los bancos responsables y otros, tienen un historial repleto de manchas. (5)
La esclavitud no se regula. Se declara ilegal. De la misma manera, cualquier enfoque serio para luchar contra el hambre y la pobreza requiere garantizarle a los pueblos el control sobre sus tierras y territorios, no directrices y reglas sobre qué puedan hacer las corporaciones y los inversionistas extranjeros para trabajar para sí mismos. Lo que necesitamos no es inversión responsable en tierras agrícolas, sino restitución. Por esto queremos decir que en vez de tratar de hacer funcionar esta nueva tendencia de financializar la tierra agrícola, se necesita detener estos negocios y revertirlos, restituyendo las tierras a las comunidades que vivían de ellas. Y en lugar de promover el crecimiento de la agricultura industrial, necesitamos fortalecer, en todo el mundo, el enfoque de la soberanía alimentaria, basada en las comunidades y en cada familia. Se están desarrollando iniciativas en estas direcciones, intentando detener los flujos de capitales dirigidos hacia firmas con historial de acaparamiento de tierra o hacia fondos establecidos específicamente para traficar con los derechos agrarios, junto con trabajo de educación y presión política para apoyar sistemas de agricultura comunitaria, familiar, de pequeña escala y mercados locales. Aunque es una batalla inmensa y cuesta arriba, está claro que necesitamos detener el financiamiento de los acaparamientos de tierras, en vez de intentar hacerlos responsables. www.ecoportal.net
Extracto del informe de GRAIN "¿Inversión responsable en tierras agrícolas? Los actuales esfuerzos para regular el acaparamiento de tierras agravarán las situación".
Para ver el informe completo: http://www.grain.org/...
Notas:
1. Katie Beith, Secretariado de PRI de las Naciones Unidas, comunicación personal con GRAIN, 3 de julio de 2012.
2. Ver "Land grabbing by pension funds and other financial institutions must be stopped" ("El acaparamiento de tierras por los fondos de pensión y otras instituciones financieras debe ser detenido") Declaración de la sociedad civil contra el financiamiento de los acaparamientos de tierra, Bruselas, 26 de junio de 2012, Nota 1, http://www.grain.org/...
3. Ver Michel Merlet, "Investment: Magic Word or trap?" ("Inversión: ¿Palabra mágica o trampa?"), aGter, agosto 2012, http://www.agter.asso.fr/..., y H. Cochet y M. Merlet, "Land grabbing and the share of the value added in agricultural processes. A new look at the ditribution of land revenues", documento presentado a la conferencia internacional sobre el acaparamiento de tierras al nivel global, Universidad de Sussex, 6-8 de abril 2011, http://www.agter.asso.fr/....
4. "Energy, food and climate crises: are they driving an Indonesian 'land grab'?" (Crisis energética, alimentaria y climática: ¿están provocando acaparamiento de tierras en Indonesia?), East Asia Forum, 17 julio, 2012 http://www.eastasiaforum.org/...
5. Ver "Audits reveal no benefits from RTRS certification" ("Auditorías revelan ningún beneficio de la certificación RTRS"), CEO, Amigos de la Tierra y GM Freeze, 22 de mayo de 2012. http://www.corporateeurope.org/...

Monsanto: mucho peor que Glifosato

El curioso “modelo” de vida que estamos soportando, nos pone cada día ante situaciones que nos hacen sentir abandonados como pueblo, incapaces e imposibilitados de accionar para que “algo cambie” y cuando hay una explosión barrial, quejas comunitarias por algún reclamo, generalmente se reduce la demanda a situaciones acotadas, puntuales, y raramente se trata de revisar las causas de los problemas.
Tal vez, el ejemplo áas común son los reclamos por la inseguridad, donde se reclama como solución incorporar más policías o más patrulleros, sin que se ponga en evidencia el papel que Monsanto y otras transnacionales de la agroindustria y la minería han tenido como generadoras de un modelo económico de despoblamiento del campo, pérdida de identidad y urbanización inhumana.
La transnacional Monsanto se siente muy cómoda cuando reducimos nuestra condena social a su impiadosa contaminación de la Argentina: el glifosato está aprobado por las autoridades sanitarias y usándolo “como indica la etiqueta”, es para los productores casi como si fuera agua bendita. De esa forma, la culpa no es de ella, sino solamente del agricultor que aplica mal la sustancia “fitosanitaria”.
Para no reducir nuestro repudio y condena a este engendro del capitalismo salvaje, queremos recordar algunos antecedentes que oportunamente expusimos en nuestros documentos:
* Monsanto busca ganar dinero, no ayudar a los agricultores. El primer ejemplo fue el agricultor canadiense Percy Schmeiser, productor de colza, que perdió un pleito entablado contra él por Monsanto por haber infringido supuestamente las leyes de patentes, dado que en algunas de sus parcelas se comprobó la existencia de plantas de colza transgénica, seguramente provenientes de contaminación genética.
* Como una estrategia común a las transnacionales, Monsanto invirtió millones de dólares para adquirir empresas semilleras en todo el mundo… ¿Por qué Monsanto, de empresa química que fuera en un principio, se convirtió en la mayor empresa semillera del mundo? Sencillamente porque controlando las semillas controla la agricultura mundial. Inclusive las semillas hortícolas a nivel mundial las manejan Seminis y De Ruiter Seeds, empresas adquiridas por Monsanto
* En octubre 2002, en un trabajo que llamamos “Soja RR y la estrategia de la inundación” expusimos cómo la consultora americana Doane Marketing Research, un año antes del lanzamiento de la soja RR (1996), había realizado un sondeo entre los productores, que demostraba mayor aceptación de las RR en Argentina que en EEUU. Ese mismo año una misión de la General Accounting Office de los EEUU, llegó a la Argentina, debido a una denuncia de los agricultores norteamericanos contra Monsanto, ya que los “farmers” aseguraban que la transnacional vendía más barata la semilla de soja RR en Argentina; la GAO produjo un informe que dejó establecidas las diferencias de precio entre la semilla de Monsanto vendida en los dos países. En la página 15, el mencionado informe indica los siguientes porcentajes sobre las semillas sembradas en la Argentina: Ventas comerciales 28–50%, Semilla guardada por el agricultor 25–35%, Mercado negro 25–50% (GAO 1998).
Resulta evidente que la adopción masiva se debió a la disminución de mano de obra necesaria para la siembra y el cultivo, y a la posibilidad de que la gran mayoría de los productores nunca compraron semilla de soja RR (resistente a RoundUp). Esta realidad era bien conocida por Monsanto y sus subsidiarias locales como Nidera, pero la estrategia era difundir y en lo posible INUNDAR de soja RR el campo argentino, por su comodidad y eliminación de mano de obra. Por otra parte en 1996 el glifosato tenía todavía su patente vigente y ello constituía ingentes ganancias para la empresa. Con referencia al importante comercio de “bolsa blanca” agrega el informe “Mientras las patentes de Monsanto permiten restringir que los agricultores estadounidenses guarden semilla y resembrar la semilla de soja RR… En la Argentina, toda soja guardada es legal, en tanto y en cuanto sea resembrada en la misma propiedad”. La bolsa blanca fue de ese modo en la Argentina, la miserable participación en el banquete con que los exportadores de granos sobornaron al agricultor argentino, subsidiándole la producción.
* Presionada por las determinaciones del GAO, Monsanto y sus subsidiarias salieron a lanzar una gran campaña, contra la bolsa Blanca (semilla que el productor se reserva de su cosecha para usarla en sus siembras, y que también lo hace con la RR), a la que se le asigna una evasión de 60 millones de u$s en impuestos En realidad, era ASA (Asociación de Semilleros Argentinos) la que estaba preocupada.
* Monsanto, que miraba para otro lado... indiferente, decide, en 2003, retirarse de la comercialización de semillas de Soja transgénica en la Argentina y, de esa forma, pone al descubierto de manera brutal la enorme dependencia del país a las empresas de Biotecnología. Tal vez y en simultáneo estábamos frente a un enorme chantaje al entonces gobierno de Néstor Kichner para que se modificaran los derechos constitucionales del agricultor a disponer de su propia semilla… (Ley 20.247 hoy en plena revisión impulsada por ASA y las transnacionales). De todas maneras, recordemos que el gran negocio de MONSANTO en la Argentina nunca fue el royalty de la semilla sino la venta masiva de su herbicida estrella: el Round Up (glifosato).
* Argentina fue portaviones de Monsanto para la ampliación de sus negocios a Brasil. En los años 90 en el Estado de Río Grande do Sul, cuando el Gobernador Dutra, del PT, se vanagloriaba de presidir el único territorio libre de transgénicos, Monsanto obsequiaba graciosamente el glifosato a quienes le exhibieran el marbete de Soja RR contrabandeada desde la Argentina.
* Los tambos siguen desapareciendo en tanto la producción de leche se mantiene por el aumento en la utilización de la hormona recombinante bobina (rBST Posilac) producida por Monsanto, que a su vez incrementa la producción de las vacas lecheras hasta un 25%. En la década de los ‘90 se comprobó en Estados Unidos que el Posilac provocaba cáncer de mama en los seres humanos y se prohibió después de una fuerte controversia en que varios periodistas fueron despedidos al informar a la ciudadanía. En la Unión Europea, se prohibió su uso en el año 2000, así como en Japón, Nueva Zelanda, Australia, y otros países han hecho lo mismo. En la Argentina su uso es legal.
* De ser casi la encarnación del demonio para órganos oficialistas como Página 12 ó Tiempo Argentino, donde se la acusó de evadir impuestos, contaminar la tierra, provocar cáncer y hasta de figurar en los cables de Wikileaks haciendo lobby empresarial, recientemente, en su visita a EEUU, la Presidenta de la Nación, se reunió con directivos de Monsanto en Nueva York e, increíblemente, hizo un enfático elogio de dicha empresa por la cadena nacional.
* En la misma ocasión, la Presidenta anunció que la transnacional invertiría 1.670 millones de pesos para instalar una planta de producción de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas, en las cercanías de la ciudad de Córdoba, y expresó, entre otros dichos, que deberían dejar perplejos a los que luchamos por la soberanía alimentaria de los pueblos: “La inversión de Monsanto es importantísima también y va a ayudar a la concreción de nuestro plan, tanto agroalimentario 2020, como nuestro plan también industrial. Y me decía, hoy su titular que les había impresionado mucho el apoyo que nuestro Gobierno estaba dando a la ciencia y a la tecnología. Tengan ustedes la certeza que vamos a seguir en la misma línea”.
* Cuando se habla de ciencia, tecnología y de planta de semillas, resulta llamativo que no se hable de la naturaleza y del hombre que la cultiva hasta cosechar “la semilla”. La visión tecnológica y cientificista reduce la natural potencia vital de la semilla de maíz –recordemos que es de origen americano, de nuestro pueblo- la que debe ser sometida a ”tratamiento y acondicionamiento”, procedimientos que no se especifican, pero la noticia aclara: “cabe destacar que con las mencionadas instalaciones, la Argentina contará con las dos plantas más grandes del mundo de producción de semillas, ambas pertenecientes a la firma Monsanto”. Nuevamente el mensaje es que la semilla se “fabrica” en dichas instalaciones que, por supuesto, deben ser “las mas grandes del mundo”.
* A diferencia de lo que nos sucede a los ciudadanos, que confrontamos más de lo que dialogamos, las transnacionales están en “sintonía fina” entre sí cuando de negocios se trata; así el ingeniero Carlos Becco, gerente de Tratamiento de Semillas de Syngenta, explicó los beneficios de la soja Plenus (RR2BT), propiedad de Monsanto, a la vez que considera “un paso positivo” el proyecto para una nueva ley de semillas.
* El secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, firmó la resolución que dispone la liberación comercial de la soja “Intacta RR2 Pro”, modificada genéticamente por Monsanto para lograr un cultivo más resistente al conocido herbicida glifosato.
Por todo lo expuesto, consideramos desde el GRR a Monsanto como “diseñador y gerente” del modelo agroexportador argentino, ejemplo de lo que consideramos la colonización de las “democracias” por parte de las transnacionales junto a Syngenta, Cargill, Barrik Gold y sus necesarios cipayos. Esta colonización ideológica de nuestra democracia fue puesta en evidencia por el discurso de la Presidenta de la Nación. Nuestros documentos han ido denunciando las diferentes estrategias de esta “operadora biotecnológica” que se ha apoderado de la semilla de nuestros agricultores y que está dispuesta a utilizar cualquier medio para conseguir sus objetivos comerciales, que siempre disfrazará como “ humanitarios”, apoyando escuelas, agrotécnicas, universidades y a la comunidad con su RSE (Responsabilidad Social Empresaria). Los acuerdos de las Corporaciones con las Universidades Públicas se hicieron evidentes en la Argentina durante los últimos años. Algunos valientes denunciaron y expusieron con fotografías acuerdos entre empresas como Monsanto y Universidades Públicas, o los dineros que las grandes Mineras volcaban en muchas de estas mismas Universidades.
El GRR considera la recuperación de las semillas como base de la Soberanía Alimentaria, propulsando desarrollos locales con mercados de cercanías, como estrategias para superar el dominio que ejercen las transnacionales sobre nuestra agricultura. www.ecoportal.net

Televisión, Poder y otros alienígenas

Alejar la televisión de nuestras vidas no es una consigna de fanáticos fundamentalistas, sino más bien una condición necesaria de salud mental. Un gesto valiente que abre la posibilidad de retomar nuestra capacidad de pensar la realidad y recuperar nuestra naturaleza social en el seno de nuestras comunidades.
En un mundo que intentaba recomponerse tras la segunda gran guerra, la televisión irrumpió como una atrayente novedad tecnológica que estaba destinada a transformar radicalmente las vidas de millones de personas. Nadie podía sospechar entonces que se convertiría en el oráculo que dictaría la realidad contra la evidencia de la misma realidad; “tiene que ser verdad, porque lo ha dicho la tele” se repite desde entonces como una de las consecuencias de un fenómeno de antropomorfización que confunde imágenes con personas. Y desde el principio se abrió un debate de baja intensidad pero permanencia entre los defensores y los detractores de este medio.
Con demasiada frecuencia los detractores son en realidad defensores del medio, pues sus argumentos acaban siendo críticos sólo con lo que denominan contenidos; si se produjesen otro tipo de contenidos, la televisión mejoraría y se convertiría en una excelente herramienta de desarrollo social. Su argumentación acaba siendo la conocida posición defensora de la neutralidad de las herramientas, frente al buen o mal uso que se puede hacer de ellas. Como si fuese posible separar lo que llamamos forma y contenido. Aquí, más allá de un mero enunciado persuasivo o seductor de diversas fantasmagorías, parece haber toda una reconfiguración en términos de estructura del pensar y de hábitos sociales y personales.
Cabría preguntarse si la compleja estructura que implica la televisión puede ser denominada herramienta, o si nos las estamos viendo con un artefacto de otra naturaleza. Cabría incluso preguntarse a qué intereses responde llamar herramienta a lo que parece ser un complejo sistema de ingeniería mental. Porque una herramienta es, en efecto, un objeto resistente elaborado con la finalidad de ayudar en la resolución de una determinada tarea mecánica, sobre el que hay que aplicar una fuerza física. En algún momento sistemas complejos se han deslizado en su denominación hacia el inocente término, relajando nuestra valoración de los mismos al nivel de un sencillo objeto. Es evidente el uso metafórico que hacemos del término.
Hay en la exposición al medio televisivo unos efectos de consecuencias fisiológicas y psíquicas; se paraliza en el que mira cualquier actividad que suponga interacción con el medio exterior, se manifiesta una disposición de absoluta pasiva receptividad. La cadencia de los ciclos de emisión de una pantalla, invisibles al ojo humano, pero visibles en cuanto se interpone un dispositivo de tecnología de grabación de imagen, produce un efecto hipnótico -que los padres atentos han podido advertir-, cuya primer y más constatable consecuencia es reducir la capacidad de atención exterior, dirigiéndola de modo único y exclusivo hacia los destellos y sonidos que brotan de la pantalla. La pasividad que conlleva la contemplación estática, unida a ese efecto de brutal extrañamiento que adentra en la virtualidad de un plano fantasmagórico, no parece que sean algo que deba desdeñarse. En especial cuando los sujetos expuestos son niños que todavía no han accedido al plano simbólico del lenguaje.
Así que no se aplica a esta herramienta fuerza física, sino una enorme capacidad de atención. Tampoco se da la condición de la resolución de una determinada tarea mecánica cuando un ser humano se queda clavado frente a una emisión de rayos catódicos.
En cuanto a la introducción del término “herramienta” referido a este medio, la propia televisión es elemento activo predominante de este desplazamiento; como lo es de una gran cantidad de desplazamientos, nada espontáneos, que en el campo del lenguaje se vienen dando en las últimas décadas hacia la creación de la neolengua orwelliana del Poder.
En el mismo proceso de penetración geográfica –hasta el último rincón- que ha conseguido hacer desaparecer elementos diferenciales de multitud de hablas locales, implantando un habla general estereotipada, se han ido sustituyendo términos de uso secular por neologismos retóricos e incluso por perífrasis, menos “económicas” desde el punto de vista del esfuerzo del hablante, pero coincidentes con el modelo ideológico de interés para el Poder, esto es, políticamente correctas; así, por citar sólo algunos, tercera edad por vejez, mobiliario urbano por bancos, farolas y papeleras, tejido social por gente, trabajadores excedentes por parados, exclusión social por pobreza o miseria, gestión cultural por propaganda, discapacitados físicos o psíquicos por cojos, ciegos, sordos o mancos, o tontos o locos, fuerzas de seguridad por policía, evaluación por prueba, realización personal por vida...
Si una lengua es una forma de construir la realidad, hace tiempo que nuestra realidad está siendo rediseñada por esta neolengua del medio televisivo y sus asociados. En la sustitución de términos seculares del habla por estas prótesis lingüísticas hay inevitablemente un desplazamiento de sentido. Realizarse personalmente no tiene ya nada que ver con vivir. El desplazamiento de términos ha producido un cambio de sentido, El sujeto ha dejado de ser el agente que vive su propia existencia para convertirse en objeto de valoración de un empeño personal, cifrado a través de una especie de escaparatismo social donde se exhiben logros y conquistas.
Es este vértigo impuesto por el medio televisivo –conformador de la nueva realidad- el que ha persuadido a millones de personas de la necesidad de viajar de manera frecuente y regular, de acumular experiencias, coleccionar relaciones personales, poseer un número creciente de objetos de consumo absolutamente inútiles, como condición de la “realización personal”. Mimetizar, en definitiva, todos los modelos –con frecuencia contradictorios- sugeridos por la identificación que se produce sobre el que mira hacia el que muestra.
A la vez la estereotipada homogeneización de las formas expresivas produce una reducción de las mismas, una especie de minimalismo lingüístico y existencial, cuyo resultado es un reducido número de términos para designar una realidad compleja; el acervo léxico ya no alcanza a referirse a la realidad, o de otro modo, la realidad que se es capaz de construir con la menguante competencia léxica es simplista. A este fenómeno debe responder la creciente incapacidad de interpretación de diversas formas discursivas, como la metáfora literaria.
Cada vez es mayor el número de personas que no pueden hacer más que una lectura literal de un libro, una película o de un relato mitológico, pero también de la realidad, devenida relato mítico a través de la narración televisiva. Incapaces de contextualizarlos histórica e ideológicamente, han de importarlos a una especie de limbo ahistórico donde se sitúan en el mismo plano, confundidos bajo la misma consideración interpretativa, las culturas mesopotámicas y disney world, las pirámides egipcias y las fantasías extraterrestres, fragmentos sesgados de textos milenarios con delirios ideológicos del nuevo orden mundial, miradas impresionistas hacia objetos del pasado y simplificaciones paracientíficas. Y todo ello tiene su matriz en el anecdóticamente variado pero estructuralmente uniforme tratamiento que los distintos géneros de programación dan a todo lo que tocan, las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año.
Se ha impuesto para millones de personas la explicación carente de razonamiento, la sustitución del conocimiento por vacuidad sensacionalista, una forma de discurrir con analogías de una simpleza aterradora; y a todo ello algunos aún se atreven a llamarlo “despertar de la conciencia”, otros “sociedad del conocimiento”. No parece que sea algo más que el irresponsable abandono alborozado e irreflexivo a un embotamiento de la capacidad de pensar y razonar sobre un mundo que resulta, en su turbia realidad, inaceptable. Se prefiere escamotear el pensamiento tras el atrayente delirio de una autocomplaciente y simplista explicación de los hechos, en la que quedan a salvo los más hedonistas deseos del individuo aislado, configurando el tránsito hacia el Babel que el Poder necesita para reducirnos.
Los llamados espacios de programación científico-divulgativa rebajan la ciencia a la narración de una historieta banal; los dedicados a la naturaleza devienen en catálogo de agencia de viajes; los que tratan sobre la fauna se convierten en melodramas donde los animales son personificados como protagonistas de un folletín sentimental; los de temática social son una justificación truculenta de la necesidad de mayor control policial. Otros exponen públicamente las miserias de personajes cuya relevancia consiste en su impudor para convertir, a cambio de dinero, el desvelamiento de detalles biológicos de su sexualidad o su permanente disposición al altercado y la bronca en un alarde de bestialismo infrahumano. Los llamados espacios de información son un condensado de los anteriores donde nunca aparece la pretendida información, sino como una yuxtaposición de enunciados vacíos que resulten en su contraste siempre llamativos, según la lógica del discurso publicitario.
Un ejemplo paradigmático de imposición alienante del análisis simplificador promovido por la programación televisiva son los abundantes documentales con temática sobre el cosmos. Oscilan desde el catastrofismo paralizante hasta la valoración a la baja de la especie humana; bien por su insignificancia considerada en un Universo desmesurado y colosal, bien por su grado de primitivismo frente a seres muy evolucionados que “estadísticamente tienen que existir” y nos visitan en una demostración de su indiscutible superioridad, sin que apenas los vean algunos iluminados; seres superiores que a su vez nos permiten embriagarnos de un abandono fatalista mediante el hurto de la responsabilidad de nuestra propia naturaleza y condición, dado que todo lo bueno y todo lo malo de las culturas humanas se lo deberíamos a ellos. Así proliferan los catedráticos de canal televisivo: gente que se atreve a pontificar sobre complejos asuntos desde la más superficial y banal simpleza, apoyando sus razonamientos en la expresión “pudiera ser…”.
También se puede citar el recurso narrativo consistente en la amalgama de planteamientos críticos sólidamente articulados sobre la realidad impuesta, con supercherías pararqueológicas o paracientíficas, rebajando los primeros al nivel de lo intrascendente, carente de interés o atención, elemento de entretenimiento sensacionalista y banal; si se articula un formato narrativo donde el cuestionamiento de la versión oficial del 11-S se mezcla con la narrativa del diseño genético prehistórico de la especie humana llevado a cabo por unos extraterrestres que resultaron ser los dioses mesopotámicos Anunaki, el primer planteamiento quedará degradado y desautorizado sin tener que aplicar en su contra ni un solo argumento.
Por ahí discurre el paradigma de las temáticas televisivas, en permanente tensión por atraer la pasiva atención de millones de personas reducidas a la mínima expresión de conciencia, que necesitan estar entretenidas de modo constante y permanente como condición de la ausencia de pensamiento [1].
El simple planteamiento de considerar el enorme interés que todos los poderes del Estado muestran porque la televisión llegue al último rincón geográfico ya debería resultar inquietante. Interés que incluye la audiodescripción de programas para ciegos y el empleo de lenguaje de signos para sordos; nadie debe quedarse fuera del efecto rediseñador de la percepción de la realidad. Generosos hasta el exceso en procurar que no nos falte la señal televisiva, esos mismos poderes no hacen más que apretar el dogal sobre los ciudadanos. Eliminando derechos, promulgando legislaciones que cada vez más regulan cualquier aspecto de la existencia, convirtiendo los espacios de convivencia en una cárcel a cielo abierto, los gobernantes, sicarios de un Poder ademocrático en la sombra, tienen en su generosa oferta televisiva un oráculo para salvaguardar el dogma de la bondad intrínseca de las “democracia liberales”, en el proceso de estrangulamiento de la vida que ha terminado por ser su programa político [2]. La narrativa de la existencia que se pretende imponer es adelantada por la programación televisiva a través de un proceso que podría calificarse de adiestramiento de masas [3].
En su necesidad de acabar con cualquier forma de resistencia, el Capitalismo encontró en el medio televisivo un aliado capaz de convertir las consignas de mayo del ’68 en mensajes publicitarios disolventes de cualquier resto de estima hacia las formas de las culturas tradicionales [4]. La televisión ha resultado ser el huevo de la serpiente que ha envenenado todas las formas tradicionales de cultura y solidaridad, despojando a las sociedades de sus valores a cambio de la identificación narcisista con modelos de hedonismo disgregador.
La aparente diversidad temática figura como la razón de las millonarias audiencias que cosecha el medio televisivo. Pero es el elemento estructural hipnótico de extrañamiento de la realidad no deseada, sustituida por la sensación de satisfacción egoísta en soledad, lo que lleva a millones de personas a encender el televisor nada más comenzar el día y mantenerlo encendido hasta para poder dormir, en una forma de narcosis mental poderosa y brutal. Decisiva en la producción del invisible y más eficaz carcelero, instalado en cada cerebro: una acentuada y nihilista predilección por el ultraindividualismo.
Bajo la aparente diversidad de temáticas subyace un elemento estructural unificador que convierte literalmente a las personas en espectadores aislados, sujetos a un dictado de la realidad. Promovido y bendecido desde las instituciones y antropomorfizado por el que mira y escucha, el medio televisivo participa de este modo de todas las prerrogativas que de modo inscosciente las personas atribuyen al Poder [5], convirtiéndose en uno de los más poderosos sistemas de sustitución de la percepción e invención de realidad.
Alejar la televisión de nuestras vidas no es una consigna de fanáticos fundamentalistas, sino más bien una condición necesaria de salud mental. Un gesto valiente que abre la posibilidad de retomar nuestra capacidad de pensar la realidad y recuperar nuestra naturaleza social en el seno de nuestras comunidades.
Forma y contenido son inseparables en el complejo sistema que llamamos televisión. No es una cuestión de contenidos. Es la totalidad del fenómeno televisivo lo que constituye un poderoso sistema de embrutecimiento del ser humano, al que convierte en replicante alucinado de una realidad inexistente, que acaba por imponerse como consecuencia de que millones de seres aislados se abandonan a un estado vegetativo, persuadidos de que efectivamente lo que destella la pantalla es real; millones de seres cancelando su existencia diaria a favor de la pasiva recepción de una narración donde todo parece ser posible, en sintonía con las sugestivas y eternamente incumplidas promesas del Capitalismo. www.ecoportal.net

Las siete erres del consumidor ecológico

Diversos consejos pueden suponer unas pautas de consumo más justas, respetuosas con la naturaleza y económicas:Reflexionar, rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, redistribuir y reclamar. Los consumidores que asumen estas siete acciones contribuyen a conservar el medio ambiente, a lograr un mundo más equitativo y, de paso, ahorran dinero. Varios consejos sencillos de realizar harán posibles estas siete erres del consumidor "verde".

Reflexionar
Los consumidores ecológicos son reflexivos y críticos. Reconocen que los seres humanos, como los demás seres vivos, forman parte de un todo interrelacionado: la naturaleza. Cualquier acción que antepone a los seres humanos en detrimento de la naturaleza repercute de forma directa o indirecta en el bienestar humano actual y el de las generaciones venideras. La información y la educación ambiental son claves para que los ciudadanos puedan repensar su manera de consumir.
Las decisiones coherentes con esta postura son muy diversas: elegir bienes y servicios comprometidos con el medio ambiente, caminar, ir en bicicleta o en transporte público en lugar del coche privado, apoyar el uso de las energías renovables y huir en lo posible del uso de combustibles fósiles, consumir alimentos frescos, de temporada y cercanos, vestir ropas realizadas con fibras naturales, etc.
Rechazar
Los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables deben quedarse fuera de la lista de la compra. Este tipo de productos pueden estar en muchos ámbitos del hogar y, siempre que se pueda, hay que rechazar su uso y sustituirlos por otros más respetuosos con el medio ambiente. La limpieza de la casa o de la colada se pueden hacer de manera ecológica sin recurrir a productos industriales.
Los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables deben quedarse fuera de la lista de la compra
Las etiquetas y la información al consumidor de los productos pueden ayudar a discernir cuáles hay que rechazar. Conocer bien los símbolos de reciclaje puede servir para saber si los materiales se recuperarán cuando acabe su vida útil. Algunos productos tienen un gran impacto ambiental y, por ello, conviene rechazarlos. Es el caso de los artículos que utilizan CFC, causantes de la destrucción de la capa de ozono, otros que tienen una alta huella de carbono, consumen una gran cantidad de agua virtual, causan la deforestación de bosques vírgenes, se basan en el tráfico ilegal de especies amenazadas o utilizan artes de pesca ilegales o sobreexplotan de los caladeros, entre otros. Como posibles sustitutos, se pueden consumir los productos que garantizan la utilización sostenible de los bosques (sello FSC) o de los recursos pesqueros (sello MSC), los productos ecológicos o de comercio justo.
Reducir
El resultado de la fórmula es evidente: menos bienes, menos gastos, menos explotación de los recursos naturales y menos contaminación y residuos. No hay que dejar de consumir, sino hacerlo con cabeza. Antes de adquirir un nuevo producto, conviene preguntarse si de verdad es necesario.
Los consumidores pueden reducir su impacto ambiental de muchas maneras. Al comprar, hay que evitar los productos con un empaquetado excesivo. Siempre que se pueda, hay que elegir los tamaños grandes y los productos concentrados para generar menos basuras y, a la vez, ahorrar dinero. El agua no es un bien inagotable aunque lo parezca cada vez que se abre el grifo. Diversos consejos permiten reducir su consumo sin que sufra el nivel de bienestar. De igual manera, la generación de energía supone la utilización en gran parte de combustibles que generan contaminación, como el petróleo o materiales radiactivos, y la explotación de la naturaleza. El gasto en energía también se puede disminuir en casa mediante unas cuantas pautas sencillas.
Reutilizar
Prolongar la vida útil de los bienes contribuye al ahorro doméstico y a disminuir el impacto ambiental. Los envases o productos de usar y tirar son la antítesis de un consumo responsable y ecológico.
Prolongar la vida útil de los bienes contribuye al ahorro doméstico y a disminuir el impacto ambiental
La reutilización es posible de muchas formas. Al hacer la compra, conviene llevar bolsas de tela o de otros materiales que permitan su uso prolongado y eviten las perjudiciales bolsas de plástico. Las baterías recargables son menos nocivas que las de un solo uso. Las hojas de papel se pueden utilizar por ambos lados y las cajas de cartón se pueden aprovechar más veces para guardar otros objetos. Los libros, los discos, la ropa, etc. se pueden intercambiar entre familiares y amigos, y tampoco está de más darse una vuelta por los mercados de segunda mano. Lo barato sale caro, no solo para el bolsillo, sino también para el medio ambiente. Los productos muy baratos de mala calidad no duran nada y acaban en la basura. En su lugar, los bien elaborados se pueden reutilizar más veces. Cuidar de manera adecuada los productos, hacer caso de las recomendaciones de los fabricantes y repararlos siempre que se pueda favorecerá que duren más. Una forma más sofisticada de reutilizar es el denominado "upclycling", que transforma un objeto sin uso o destinado a ser un residuo en otro de igual o mayor utilidad y valor. Los consumidores logran nuevos productos y se ahorran dinero.
Reciclar
Separar los residuos de manera adecuada para su posterior reciclaje es una acción con múltiples beneficios medioambientales. Las basuras recicladas no acaban en los vertederos, cada vez más saturados, los materiales desechados se aprovechan para elaborar nuevos bienes y, por ello, se evita la extracción de nuevas materias primas y se reduce el consumo de energía en su elaboración. Al reciclar una lata de aluminio, se ahorra una cantidad de energía similar a la que consume un televisor durante tres horas. Un bien con aluminio reciclado consume un 5% de la energía que necesitaría si se basara en material virgen. EROSKI CONSUMER ofrece a través de su escuela de reciclaje o de sus distintos artículos toda la información necesaria.
De manera similar, los consumidores también pueden practicar el compostaje un sistema que transforma la basura orgánica en varias aplicaciones ecológicas.
Redistribuir
Los desequilibrios entre los países ricos y pobres no sólo afectan a sus habitantes, sino también al medio ambiente. La humanidad ha duplicado en los últimos 40 años su huella ecológica global, de manera que el consumo actual se basa en la utilización de los recursos de otros territorios o de generaciones futuras. Si todas las personas del mundo vivieran como un ciudadano medio de EE.UU. o de Emiratos Árabes Unidos, se necesitarían más de 4,5 planetas Tierra. La huella ecológica de los españoles también es alta: se requieren más de tres superficies como la de España. El medio ambiente y la humanidad no pueden soportar de manera indefinida este desarrollo insostenible y, por ello, hay que redistribuir el consumo de manera equitativa. Los productos con una menor huella ecológica o basados en principios de comercio justo pueden disminuir estas diferencias.
Reclamar
Los consumidores pueden y deben tener una participación activa en las actividades que influyen en su vida cotidiana. La ley ampara la posibilidad de reclamar y exigir actuaciones que contribuyan a mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos. Las líneas de acción son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para conservar y recuperar el medio ambiente, reclamar más infraestructuras para poder reciclar, reclamar un mayor apoyo a los productos ecológicos y a las energías renovables, reclamar el uso de bolsas reutilizables en los supermercados en vez de las de usar y tirar, reclamar más productos reciclados y reciclables, reclamar más información medioambiental, etc.
Los consumidores son la base del sistema productivo y sus decisiones de compra pueden modificar las tendencias del mercado. Por ello, realizar un consumo responsable es una manera indirecta de reclamar a las empresas que incluyan la variable ecológica en sus bienes y servicios.Ecoportal.ne