26/12/2013
Internacional
Chico Mendes./ @WWF
REDACCIÓN
Veinticinco años después
del crimen que acabó con su vida, esta semana el Gobierno brasileño ha
nombrado al líder campesino y ecologista de la Amazonía, Chico Mendes,
“Patrón del Medio Ambiente de Brasil”.
El Congreso Nacional brasileño está organizando también un homenaje para conmemorar la fecha.
El 22 de diciembre de 1988, a los 44 años de edad, Chico Mendes fue
asesinado a tiros por un ranchero en su casa de Xapuri, en el estado de
Acre, por su lucha en defensa del bosque amazónico.
Chico Mendes propuso la conservación de los bosques como un medio para solucionar conflictos sociales,
particularmente en el Amazonas. La categoría de área protegida
brasileña “Reservas Extractivistas” es una solución resultante de la
alianza de sindicatos locales y habitantes de los bosques con
movimientos sociales y ambientales de Brasil y de todo el mundo.
“Con
esta categoría de protección, el Gobierno declara la tierra pública (y
de su propiedad, lo cual ya solía ser así), y la cede para su gestión a
las comunidades locales, con el compromiso de mantener el bosque y
promover su uso sostenible”, explica Claudio Maretti, el líder de la
Iniciativa Amazonía Viva de WWF.
El modelo de “reservas extractivistas”
ganó reconocimiento en 1992, durante el tercer Congreso Mundial de
Parques Nacionales y otras áreas protegidas celebrado en Caracas. En
1994, durante una Asamblea Global de la UICN celebrada en Buenos Aires,
obtuvo el reconocimiento de categoría internacional de área protegida
(categoría VI), entendida como la conservación a través del uso
sostenible de los ecosistemas por parte de las comunidades locales.
Esta categoría de protección se ha convertido hasta el momento en uno de los más importantes elementos de conservación de la Amazonía, y se asocia normalmente con territorios indígenas y con áreas estrictamente protegidas.
“Las
áreas protegidas necesitan ser justas para ser sostenibles, y
distribuir beneficios localmente para ganar apoyo local. Pero no podemos
olvidar que las áreas protegidas nos proporcionan
servicios sociales, económicos y culturales que van más allá, como
mantener la calidad del agua que beben las ciudad, y minimizar los
impactos de los llamados eventos climáticos catastróficos”, ha declarado
Claudio Maretti.
Chico Mendes supo ver la necesidad de una alianza entre las personas y la conservación de los bosques, construida sobre el mantenimiento del balance ecológico, y no sólo la explotación descontrolada e insostenible.
“Su
legado es un ejemplo que debería recordarnos que la naturaleza es una
solución y un medio para construir un mundo mejor para todos”
Tributos
Los
tributos al líder del movimiento de los recolectores de caucho
brasileños, que contribuyó a la creación y difusión del concepto de
ciudadanía-forestal (“florestania”) opuesto a “ciudadanía”
(“cidadania”), llegan en un año difícil para la protección ambiental en
Brasil.
Desde la aprobación de la reforma del Código Forestal
a principios de 2012, el Congreso Nacional de Brasil ha discutido
numerosos proyectos que ponen en peligro los avances históricos en la
construcción de un marco legislativo para la protección de la
naturaleza. Entre ellos, los derechos de los Pueblos Indígenas
reconocidos por la Constitución de 1988 y el Sistema Nacional Brasileño
de Áreas Protegidas (SNUC).
“Ya que el 60% de la
Amazonía está en territorio de Brasil, y es el país más grande y con la
economía más fuerte de la región, tememos que esta triste tendencia
pueda extenderse por los países amazónicos vecinos. Es hora de que los líderes políticos entiendan que toda la humanidad depende de la buena salud de la Amazonía”, ha concluido Maretti.