lunes, 11 de junio de 2012

Ayudemos a construir un futuro libre de la OTAN - Surge un nuevo movimiento por la paz y la justicia global

El militarismo refuerza la globalización corporativa en un intento por controlar los recursos naturales, la tierra y los mercados; y trastoca la democracia y los derechos humanos. Impulsa la migración de los trabajadores en busca de una vida mejor. Genera enormes ganancias mediante la venta de armas a todas las partes interesadas.
Declaración de la Contracumbre por la Paz y la Justicia Económica
La reunión Por un Futuro Libre de la OTAN en Chicago, coincide con el surgimiento de un movimiento global contra la guerra, el militarismo, la desigualdad y la pobreza. Nosotros representamos a la mayoría por la paz y la justicia, el 99% global.
Evocamos la sabiduría del llamado que hiciera el doctor Martin Luther King Jr. para enfrentar los "tres males": la pobreza, la desigualdad racial y el militarismo.
El surgimiento del movimiento por la paz y la justicia global, parte de la premisa de que la pobreza, la desigualdad y el militarismo, son formas de violencia que constituyen un círculo vicioso que puede y debe romperse para lograr la supervivencia de la humanidad. Cada uno se alimenta del otro, y todos deben desafiarse.
Estos "tres males" están incorporados en la alianza militar de la OTAN y su relación con las acciones de muchos de los países más ricos. Estamos convencidos de que para superar estos males, debemos oponernos a las guerras, promover la paz y exigir que la compulsión imperial sea remplazada por la comprensión de nuestra interdependencia global y el florecimiento de una verdadera democracia, que promoverá a su vez una mayor inclusión, equidad y justicia para todos.
Buscaremos una visión alternativa hacia un mundo más pacífico, ligada inextricablemente a la justicia económica, social y ambiental.
El militarismo sostiene y consolida sistemas económicos nacionales e internacionales injustos y representa uno de los principales obstáculos para solucionar los problemas mundiales más apremiantes.
La OTAN, que nunca ha sido una alianza defensiva, ha invadido países distantes de sus miembros, como Afganistán y Libia, con efectos desastrosos; se ha extendido hasta las fronteras de Rusia, con lo que provoca la amenaza de una nueva carrera de armamentismo nuclear y pretende llegar aún más lejos, hasta África, Asia Oriental y el Pacífico. Puesto que Estados Unidos es la principal fuerza de la OTAN, América Latina también se ha visto amenazada por la alianza.
La permanente estrategia nuclear de la OTAN amenaza el futuro de la humanidad y la ecosfera. Los presupuestos militares excesivos y las guerras que implican, junto con las políticas de austeridad promovidas por el G8, canalizan la riqueza y los recursos para el 1% global; y la privatización y el deterioro de los servicios públicos causan el aumento del desempleo y afectan los servicios humanos más indispensables.
Por ejemplo, la década de guerra de la OTAN en Afganistán ha costado sólo a Estados Unidos 530 mil millones de dólares, dinero que podría y debería haber financiado los salarios de los maestros de las escuelas y los bomberos; haber pagado los costos de atención médica para niños, adultos y veteranos; o haber financiado la conversión de decenas de millones de hogares a la energía solar y eólica.
El militarismo refuerza la globalización corporativa en un intento por controlar los recursos naturales, la tierra y los mercados; y trastoca la democracia y los derechos humanos. Impulsa la migración de los trabajadores en busca de una vida mejor. Genera enormes ganancias mediante la venta de armas a todas las partes interesadas.
Otro mundo es necesario, mediante un gran cambio. Apoyamos el llamamiento de la Carta de Naciones Unidas a todos los países para resolver los conflictos internacionales con base en el diálogo, la diplomacia y el derecho internacional; y para "promover el establecimiento y mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales con la menor desviación posible de los recursos humanos y económicos del mundo.”
Insistimos en que todas las fuerzas militares extranjeras y sus armas sean enviadas de regreso a sus países de origen y que las bases militares extranjeras sean entregadas a los países donde se encuentran. Hacemos un llamado para que las políticas económicas y fiscales sean reorientadas con el fin de asegurar el desarrollo económico sostenible y la salud ambiental de la gente, no los privilegios y el poder de unos pocos.
Queremos un mundo donde las desigualdades sistémicas sean atendidas, para promover la equidad y la inclusión plena de las comunidades de color y de los inmigrantes.
Es posible un futuro en el cual los jóvenes sean valorados; un futuro en donde su derecho al acceso a una educación gratuita y desmilitarizada sea respetado y apoyado como una inversión en el futuro de las naciones.
Trabajamos para construir una civilización en la que la lucha no violenta por la paz y la justicia incluya la seguridad, en que los recursos del mundo se repartan equitativamente y todos disfruten de la prosperidad.
En el corto plazo, vamos a presionar en favor del retiro inmediato de Afganistán de todas las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, incluidos los contratistas militares; no dentro de doce años. Y trabajaremos para prevenir nuevas guerras.
Exigimos la abolición de todas las armas nucleares. Exigimos que se ponga fin a la "participación nuclear" de la OTAN, mediante la cual las armas nucleares estadunidenses están estacionadas en países ostensiblemente no nucleares, como un paso importante hacia la eliminación global de las armas nucleares.
Nos uniremos con los numerosos movimientos en nuestros respectivos países y en el ámbito internacional, por los derechos de los trabajadores, los derechos de los inmigrantes, los derechos de la mujer y el derecho a la paz, para construir una marea creciente de poder político por la paz y la justicia.
Vamos a apoyar la campaña para reubicar el dinero de las guerras y las armas en el financiamiento de las necesidades básicas del ser humano y garantizar la justicia ambiental. Vamos a construir un verdadero movimiento mundial por la paz y la justicia.
En 1966, el Dr. Martin Luther King Jr. dijo: "No hay nada más trágico que dormir durante una revolución." ¡Unámonos a la nueva paz global y al movimiento por la justicia! www.ecoportal.net
Chicago, Illinois, Estados Unidos -18 y 19 de mayo de 2012

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