lunes, 30 de abril de 2012

Un estudio propone el uso de nidos para rapaces para combatir a los topillos

Ciudad Real, 30 abr (EFE).- Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha (IREC) apunta a la instalación de cajas-nido para rapaces como sistema de control biológico de plagas de topillo.
Este sistema ya se utiliza en Castilla y León, donde el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) ha instalado estos nidos en zonas de Palencia, Valladolid y Zamora.
El estudio, en el que también han participado la Universidad de Valladolid, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y la ong GREFA, ha llegado a la conclusión de que esta técnica podría ser la alternativa al uso actual de productos químicos para combatir a estos roedores.
Los investigadores han desarrollado un proyecto experimental para testar la eficacia del control biológico de plagas de topillo que se está desarrollando en Castilla y León.
Esta investigación, cuyos primeros resultados han sido publicados en la revista Pest Management Science, sugiere que la instalación de nidales artificiales para rapaces en ambientes muy deforestados como los medios agrícolas de Castilla y León, concretamente para el cernícalo vulgar y la lechuza común, incrementa notablemente la abundancia de ambas rapaces al facilitar zonas de nidificación y posaderos de caza.
La mayor presencia de estas aves, que tienen como presa principal en este ecosistema al topillo campesino, haría mermar la densidad de dicho roedor en los campos de cultivo cercanos a los nidos instalados.
Además, han indicado que la instalación de cajas-nido sobre postes puede favorecer la presencia de otras rapaces depredadoras de topillo que utilicen los nidos como perchas de caza.
Asimismo, el estudio concluye que la colocación de cajas-nido podría limitar las poblaciones de topillos, bien generando poblaciones no fluctuantes con densidades medias no dañinas para la agricultura, o bien limitando las densidades máximas de este roedor en la fase de crecimiento de la población, lo que podría reducir los daños causados a los cultivos.
En sistemas agrarios de otros países ya se había demostrado que el uso de cajas-nido para fomentar artificialmente la población de depredadores de roedores podía ser una alternativa factible, con similar eficacia pero menor coste económico y ambiental que los rodenticidas.
La plaga de topillos en Castilla y León de 2007 supuso la liberación de toneladas de rodenticidas químicos al medio ambiente, lo que supone un gran riesgo de afección a otras especies por intoxicación.
Desde entonces, han recordado desde el IREC, algunas comarcas de Palencia han utilizado este tipo de productos cada dos años como mecanismo de protección de cultivos frente a daños por topillos, algo que, han dicho, tiene un elevado coste económico y ambiental del control químico, lo que sugiere el desarrollo de nuevas alternativas. EFE

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